“Uno de los secretos del éxito empresarial consiste no en hacer uno mismo el trabajo, sino en reconocer al hombre apropiado para hacerlo.”
Andrew Carnegie
Reducción de costos, al evitar inversiones en infraestructura, contratación y capacitación de personal adicional.
Flexibilidad y escalabilidad, adaptándose rápidamente a cambios en la demanda del mercado.
Mayor eficiencia, al confiar en proveedores externos especializados se mejora la calidad y el tiempo de comercialización.
Reducción de riesgos y responsabilidades, al ser transferidos a los proveedores externos.
Adaptación a fluctuaciones estacionales en la demanda, ajustando rápidamente la capacidad de producción.
Aprovechamiento de recursos externos, mejorando así la calidad y la eficiencia del servicio.